La endocrinología pediátrica es una especialidad médica que trata a niños y adolescentes con enfermedades relacionadas a las glándulas y las hormonas que produce el cuerpo humano. Algunas de estas enfermedades se traducen en problemas de crecimiento, de la pubertad y de la tiroides.
La especialidad de endocrinología pediátrica, a diferencia de la endocrinología del adulto, se centra sobre todo en los aspectos que hacen referencia a los ámbitos más pediátricos, como el crecimiento y el desarrollo. Estos aspectos requieren una formación específica.
La talla baja es uno de los principales problemas que más afectan y preocupan a padres y niños, y requiere un diagnóstico correcto, un seguimiento y, cuando proceda, un tratamiento adecuado y especializado.
El análisis de la edad ósea, el grado de desarrollo, la velocidad de crecimiento, los componentes familiares en la talla, los antecedentes neonatales (como el retraso de crecimiento intrauterino), las alteraciones hormonales (hormona de crecimiento, hormonas tiroideas, cortisol), las alteraciones genéticas, descartando siempre enfermedades sistémicas que muchas veces pueden ser la causa de un retraso en el crecimiento, forman parte de las tareas principales del endocrinólogo infantil.
En niños y adolescentes algunas alteraciones hormonales pueden comprometer su crecimiento y desarrollo.
Por esta razón, se debe visitar al especialista antes de que aparezcan los primeros signos de la pubertad (8-9 años aproximadamente) para controlar que todo esté bien.
Algunos de los signos que pueden ser sospechosos son cansancio, caída del pelo, estreñimiento y piel seca, entre otros. En el hipertiroidismo, en cambio, hay un exceso de hormonas, lo que acelera las funciones de los órganos. Por lo general, son niños muy inquietos o activos, y pueden presentar problemas para
dormir.
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